Es perfecto para cubrir necesidades inmediatas de dinero (cash) y para apalancar tu operación, dependiendo de tu ciclo de flujo de efectivo.
Contar con un crédito para capital de trabajo también te permite no dejar ir oportunidades de crecimiento por falta de flujo.
Aquí te contamos algunos ejemplos basados en casos reales:
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Te ganaste un proyecto para el cual debes contratar más gente.
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Puedes aprovechar descuentos por pronto pago a tus proveedores.
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Tu negocio tiene ciclicidad, es decir, hay momentos del año en los que vendes mucho más y necesitas más cash ciertos meses.
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Tus ventas mensuales subirán, pero tu cliente te pide crédito para pagarte.
Considera que el crédito que tenemos es revolvente, por lo que te recomendamos calcular tu ciclo de conversión en efectivo y fijarte muy bien en las fechas de pago para ajustarte.
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